Naturalmente la pareja de las fotos que os comparto hoy, está llena de amor. Digo naturalmente porque son dos personas que con mirarlos a los ojos, sientes que si no se hubieran conocido de una manera, la vida los hubiera hecho encontrarse en cualquier otra ocasión. Hechos el uno para el otro y compartiendo todo el amor por lo natural. Prueba de ello es la bonita ceremonia que tuvieron en el Dalmau, boda en medio del bosque rodeada de auténtica naturaleza.
El día amanecía con aires de querer llorar de amor. Las nubes se adueñaban de un cielo que había despertado tranquilo y perezoso. Nunca sufro al ver la posibilidad de lluvia en una boda ya que siempre tengo todo bajo control, no obstante, puede que sea la primera boda en la que los novios estaban incluso más tranquilos que yo. Probablemente fuera eso lo que hizo que el tiempo les diera tregua, permitiéndoles disfrutar de la bonita decoración rústica que habían creado en el Dalmau para esta boda en el bosque.
Un árbol plantado con amor, verde, detalles de madera, mucha música, complicidad y doble de diversión. Me siento muy identificado con el amor por la naturaleza de estas dos bonitas personas que me emociona solo de pensar que a día de hoy somos casi vecinos por cosas del destino y se han convertido en amigos.