No recuerdo la primera vez que vi el mar, pero puedo asegurar que lo veo a diario, y sigue siendo especial como una primera vez. Me encanta encontrar sentimientos compartidos con las parejas, lo que nos llevó a esta sesión de fotos preboda en la cala de la Fosca en Palamós.
Una mirada compartida, un atardecer, el olor del mar. Un silencio lleno de amor se adueñaba de un bonito momento que quedará como recuerdo para esta bonita pareja amante incondicional de viajar contemplando el mar.
Contemplé lo mucho que se amaban cada vez que miraba por la cámara. Me encantan los prebodas con el mar por fondo de pantalla, me encantan los prebodas en la naturaleza en general. Pero es que el mar me da la vida, y encontrar rincones incluso en pleno verano, donde disfrutar de un mar a solas, no tiene precio.
Os dejo un resumen de lo que fue unas horas antes de la puesta de sol dos personas, en uno de sus lugares amados, siendo ellas. Podéis revivir más trabajos de fotógrafo de bodas en Girona aquí