Preboda en Tossa de Mar. Aprovechando que el verano permanecía robándole todo el protagonismo al otoño en lo que al tiempo se refiere, disfrutábamos de una relaxing cup of café con leche, en la que podría ser una terraza cualquiera de Barcelona. Sería una reunión como cualquier otra de no ser por la ilusión que desprendían aquellas dos personas cada vez que me explicaban por pequeño detalle o idea que tenían para su gran día.
“Algo que para mi se asemeja mucho a la vida es una montaña rusa, está llena de altibajos. No has llegado a disfrutar de estar arriba, que ya estás pensando en si volverás a bajar.”
Llegué a la reunión tras un día gris, lo que no me podía ni imaginar es que poco a poco iría contaminándome de la felicidad que desprendían esas dos personas e iría cogiendo un poco de color. Me explicaron lo mucho que les gustaban mis fotografías, debatíamos en forma de ideas de dónde hacer las fotografías del pre boda. Les explicaba lo mucho que me gusta que el lugar tenga algún tipo de significado para las parejas, ayuda a ser realmente vosotros mismos y ayuda a que las fotografías muestren mucha más personalidad por si solas. De repente una tímida voz pronunciaba como si de palabras mágicas se tratara “ Preboda en Tossa de Mar?”.
Una sonrisa empezó a mostrarse en mi rostro, era como si hubiera vuelto por momentos a mi niñez recordando todos los momentos vividos en todas aquellas playas todos los veranos desde que tengo recuerdo y uso de la razón, todo ello en la Costa Brava.
Me exponían su duda de si resultaría un lugar muy lejano para mi, me explicaban lo mucho que les gusta, lo mucho que van y lo que significa para ellos este lugar. Por mi parte solo podía asentir y decir un me parece perfecto, con una sonrisa de esas de las muy grandes.
“No por tener un una cama hay que llamarlo hogar. No hay bien material que pueda hacerte sentir lo mismo que un lugar, una imagen, una persona o un feliz recuerdo.”
Amaneció el día con el sol pidiendo 5 minutitos más, se le habían pegado las sábanas. El gris del cielo que inundaba Barcelona contaminaban mis pensamientos durante todo el camino hacía Girona. Fue entonces, a la llegada de aquel pequeño pueblo con tanto encanto cuando de repente, el sol terminaba su café de la mañana y empezaba a relucir. Con ganas de alejarnos de lo que a tópico se esta convirtiendo en sesiones de fotografía, casi todas siempre en puesta de sol y con contraluces, decidimos quedar por la mañana.
El mar nos mostraba la mejor de sus caras, reluciente nos daba pie a empezar a pasear. La sesión iba por si sola, cómo siempre, pasabamos por la playa, el pueblo sin pensar, deteniéndonos dónde nos encontrábamos cómodos para retratar el momento y crear un bonito recuerdo, de el día, de ellos, de todo lo que este lugar tiene que decir.
Aquí os dejo unas cuantas de las imágenes captadas en el día para que podáis revivir la sesión preboda en Tossa de Mar.
Tras terminar el paseo y con el fuerte sol incitando a tirarse al mar, por fria que pudiera parecer desde fuera la temperatura del agua, terminamos creando una segunda parte de la sesión que podréis leer y ver en la próxima entrega como preboda en Tossa de Mar!